J. K. Rowling, la emprendedora escritora de Harry Potter

J.K.Rowling sabe muy bien que detrás de toda historia de éxito hay un extenso periodo de incertidumbre y esfuerzo. Los resultados son solo la punta del iceberg, que oculta en su base horas y horas de intenso trabajo y momentos de flaqueza. Pero el tesón y la diligencia pueden con todo, y el que resiste esta carrera de fondo sale victorioso.

Así es la reconocida autora de la saga de Harry Potter. Su historia es ejemplar no solo en términos literarios, sino también como empresaria. El joven mago constituye una franquicia tremendamente rentable, que ha generado todo tipo de productos, sagas cinematográficas y hasta parques temáticos.

Vamos a compartir contigo la trayectoria de esta fantástica mujer, hecha a si misma y que no conoce la palabra derrota.

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Joanne «Jo» Rowling nació el 31 de junio de 1965, en Gloucestershire, Inglaterra. Su seudónimo, J.K., lo incorporó a partir del nombre de su abuela, Kathleen. Joanne era una niña pequeña y corpulenta, que usaba las características gafas de su época. Imaginativa y soñadora, le encantaba crear sorprendentes historias sobre hadas. Redactó su primer relato cuando solo tenía seis años, muestra de su precoz talento. Nuestra protagonista se aficionó a la lectura gracias a su madre. Esta leía muchos libros a sus hijas y, desde muy niña, absorbió cientos de narraciones y memorizó con agilidad sus pasajes.

En el colegio sus calificaciones confirmaron una enorme predilección por la lengua y la literatura. Después de graduarse en la Escuela, se dispuso a ingresar en la Universidad de Oxford. Había aprobado los parciales de acceso, pero la prestigiosa institución acabó por rechazarla. Sin embargo, no se dio por vencida y optó por la Universidad de Exeter, También estudió en París y trabajó en Londres como  investigadora y secretaria bilingüe para Amnistía Internacional.

Sin embargo, estas funciones no acabaron por convencerla, y fiel a su personalidad inconformista decidió dar un giro a su vida. Tras pasar un fin de semana con su novio, y mientras regresaba a Londres en tren, la idea de Harry Potter apareció en su mente. El concepto de un niño que no sabía que era un mago hasta que es invitado a la escuela de hechiceros empezó a tomar forma. Al regresar a casa, se sentó inmediatamente en su escritorio y comenzó a escribir. Es curioso señalar que, aunque sufrió algunos robos, los borradores iniciales nunca sufrieron ningún daño.

Tras la traumática muerte de su madre, Joanne decidió abandonar el país y comenzar una nueva vida en Portugal. Se estableció en Oporto y su principal ocupación fue la enseñanza del inglés. En este contexto conoció al periodista de televisión Jorge Arantes, con quien se casaría posteriormente. Aprovechó las ausencias de su marido para escribir los primeros tres capítulos de Harry Potter y la Piedra Filosofal. El nacimiento de su hija fue un instante feliz interrumpido por una brusca y violenta ruptura matrimonial. En diciembre de 1993, Rowling regresó a Reino Unido para vivir con su hermana Joanne en Edimburgo. Esta era la única persona en la que podía confiar.

Durante este período fue diagnosticada con depresión e incluso se planteó el suicidio como posibilidad. Su enfermedad la ayudó a inventar los personajes conocidos como Dementores, criaturas oscuras que se alimentan de la felicidad humana. Aquí podemos ver como en los momentos más bajos fue capaz de crear, sacando adelante sus ideas. Unos meses después, decidió alquilar un pequeño apartamento en Edimburgo. Al convertirse en madre soltera, se vio obligada a vivir únicamente de las ayudas estatales. Esto eran unas escasas 70 libras por semana, que gastaba en comida barata y algo de ropa para Jessica, su hija. Según sus propias palabras, llegó a ser todo lo pobre que se puede ser sin llegar a ser vagabunda. Se dice que incluso tuvo que hacer dos copias a máquina del primer libro porque no tenía dinero para realizar fotocopias debido a su pobreza.

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Después de haber enviado un primer manuscrito a distintos agentes literarios, fue rechazado recibiendo respuestas como «es demasiado difícil para los niños», «es demasiado largo» o «el público infantil no estará interesado ​​en ello». De hecho le hicieron usar el seudónimo de J. K. Rowling porque los editores pensaban que los niños no iban a comprar una obra escrita por una mujer.

Finalmente, en junio de 1997, Bloomsbury publicó Harry Potter y la Piedra Filosofal, con una tirada inicial de 1,000 copias. Una empleada de Bloomsbury vio la obra en la pila de manuscritos abandonados, lo leyó y se lo mostró a su jefe, a quien le encantó. Así que gracias a esa empleada, el texto no acabó en la basura. La novela se recomendó boca a boca como lectura ideal para el público infantil, hasta convertirse en un fenómeno de masas.

Desde que comenzó la serie hace 23 años, se han vendido 500 millones de copias de los libros de Harry Potter en todo el mundo. El último capítulo de la serie, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte, batió récords inconcebibles hasta convertirse en el ejemplar de ficción más vendido de todos los tiempos. Según las estimaciones del New York Times, la saga al completo ha recaudado al menos 7.7 mil millones de dólares.

10 años después del último lanzamiento literario, Rowling ha sabido mantener su estatus como empresaria y autora, con unos beneficios que se aproximan a los 95 millones de dólares (según Forbes). En su día tuvo que vivir en la pobreza como madre soltera y sobrevivir gracias a las ayudas del estado. Pero jamás se rindió y luchó por su sueño de ser escritora. Gracias a ello en 2017 se convirtió en la escritora mejor pagada según. Y su fortuna en ocasiones a llegado a superar a la de la mismísima reina de inglaterra.

Su acierto, desde una perspectiva marketiniana, ha sido mantener en todo momento las expectativas de su audiencia entre lanzamientos literarios y cinematográficos. De hecho, los recientes spin-offs llamados “Animales fantásticos”, han logrado una taquilla brutal, con una cifra de 814 millones de dólares. Rowling recibió otros 10 millones por los derechos de estas producciones.

La Marca Potter también explota el mundo del entretenimiento, a través de Parques de atracciones en Orlando, Los Ángeles y Japón. Esta diversificación ha enriquecido más si cabe a nuestra protagonista. Por último, Rowling lanzó en 2012 su sitio web Pottermore. Este generó 19 millones en ingresos durante el año 2016, a través de múltiples asociaciones para vender ebooks y audiolibros.

Como puedes ver, no se acomodó en su rol de autora literaria, y supo extraer todas las posibilidades y líneas de negocio. Una gran imaginación que, combinada con un buen olfato, le han llevado a ser tanto una excepcional escritora, como una emprendedora increiblemente exitosa.

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Jose Balandin

CEO en Instituto Emprende

Soy un apasionado del Emprendimiento y ya hace más de 25 años que fundé mi primer negocio. En este tiempo he creado muchos proyectos y hemos formado más de 200.000 alumnos en Instituto Emprende.
He fundado otros proyectos como Cocina Casera, una de las webs de gastronomía con más lectores.
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